El programa PEMCYL llegó a su fin el pasado mes de diciembre con un balance positivo y satisfactorio, ya que 179 de las 307 mujeres participantes han encontrado trabajo en diferentes sectores, han emprendido o ampliado sus estudios
La quinta edición de “Empleo Mujer –PEMCYL” 2020, que tuvo ocho meses de duración, se consolidó como un innovador programa que permite mejorar la empleabilidad y favorecer la inserción sociolaboral de las mujeres de Castilla y León
Se trata de una iniciativa de la Junta de Castilla y León, que cuenta con la colaboración de la Fundación Santa María la Real
PEMCYL es un programa de orientación laboral impulsado por la Junta de Castilla y León para mejorar la empleabilidad y favorecer la inserción sociolaboral de mujeres en riesgo de exclusión social y con dificultades de acceso al mercado laboral de todas las provincias. Dentro del programa se ha dedicado una línea específica de trabajo para la inserción sociolaboral de mujeres víctimas de violencia de género, como último eslabón de atención integral para ayudarles a recuperar su autonomía y la vuelta a la vida normalizada.
Un total de 307 mujeres en desempleo, de entre 18 y 60 años, han participado de forma gratuita en la quinta edición de PEMCYL en Aguilar de Campoo, Aranda de Duero, Ávila, Burgos, Cistierna, León, La Pola de Gordón, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Con el asesoramiento y acompañamiento de técnicas especializadas del programa, han sido guiadas para realizar un completo calendario de actividades para mejorar su empleabilidad y perseguir su inserción laboral. De ellas, 179 (58,3%) han logrado un trabajo por cuenta ajena, han emprendido o ampliado su formación.
Experiencias positivas
Son mujeres que han estado desconectadas durante años del mercado laboral y ahora han tenido que recalcular su nueva ruta. “PEMCYL me ha ayudado a mantener un equilibrio, a enfocar mi búsqueda. Es el ancla que necesitaba para para poder seguir manteniendo el rumbo, buscar empleo y no desfallecer en el intento”, señala una participante de PEMCYL en Aranda de Duero (Burgos).
“PEMCYL nos tienden una ayuda próxima y humana para retomar nuestra vida”, apunta una participante de Aguilar de Campoo (Palencia). Destaca que le ha permitido tomar el control de su vida, “superar estigmas y establecer relaciones libres y sanas con un entorno seguro que ha empatizado con mi pasado y que me ayuda a brillar en el presente y futuro”.
El hecho de conocer la historia de otras mujeres en su misma situación y sentirse arropadas les ha ayudado a hablar sin temor y mejorar su autoestima para enfrentarse a próximos retos, como su futuro laboral. Así lo piensa una de las participantes de Ávila. “Necesitamos liberarnos de las cargas que llevamos dentro porque son muchos sentimientos y este programa me ha ayudado a expresarlos. Muchas mujeres se encierran en sí mismas, como yo, y les vendría bien participar para ver que no están solas”.
Funcionamiento y buenos resultados
PEMCYL se ha ejecutado en dos rondas. La primera, entre los meses de mayo y agosto de 2020, y que comenzó su actividad online debido a la crisis sanitaria de la Covid-19. Los talleres se realizaron mediante reuniones telemáticas o virtuales, a través de diferentes herramientas digitales. En esta primera ronda participaron un total de 145 mujeres en desempleo, entre 19 y 60 años de edad, de las que 86 han logrado trabajo por cuenta ajena. Otras 12 personas han emprendido o ampliado su formación.
La segunda ronda se ha desarrollado entre septiembre y diciembre en un formato mixto, es decir, con sesiones en presencial y en virtual, a través de diferentes herramientas digitales. En la segunda ronda han participado un total de 162 mujeres, entre los 18 y 60 años de edad, de las cuales 64 han logrado encontrar un empleo y otras 17 han ampliado su formación.
Las 307 participantes han realizado talleres de autoconocimiento e inteligencia emocional para recuperar o reforzar la autoestima; dinámicas para aprender a hacer un plan de búsqueda de trabajo y enfocar su objetivo; actualización y modernización de currículos; simulaciones de entrevistas de trabajo; talleres de comunicación y marca personal, etc. Han participado mujeres que no habían usado nunca un ordenador y en este programa han sido capaces de conectarse a Internet, aprender a gestionar un correo de Gmail, realizar videoconferencias a través de Meet o incluso hacer un videocurrículum.
Ahora conocen el nuevo paradigma laboral, son conscientes de la importancia de la formación y las habilidades digitales y han dado lo mejor de sí mismas para acercarse a la tecnología, aprender cada día y dar un paso hacia adelante.
Gracias al aprendizaje logrado con el apoyo de sus técnicas y compañeras, y a su tesón y esfuerzo, han logrado un nuevo trabajo, que les aporta mucho más que un sueldo a final de mes; ya que les devuelve la autonomía económica y personal para comenzar una nueva vida.
“Tras casi 8 años en desempleo, sin oportunidades en mi sector y desconociendo la realidad del mercado de trabajo actual, pensaba que mi vida laboral había finalizado. Con PEMCYL he visto muy claro la necesidad de reciclarme y adaptarme a los nuevos tiempos. En esta nueva etapa no estoy sola. Tengo un nuevo compañero (en referencia al ordenador que ha adquirido recientemente), me he matriculado en un curso online sobre atención a personas mayores, y tengo nuevas esperanzas de retomar mi vida profesional”, explica una de las mujeres participantes de PEMCYL 2020 en Aguilar de Campoo (Palencia).
Buenos antecedentes
El programa puesto en marcha por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, ha alcanzado este año su quinta edición contando con buenos antecedentes: en los años anteriores han participado 993 mujeres, de las cuales 477 han encontrado trabajo por cuenta ajena en diferentes sectores y 8 han optado por el autoempleo. Además, 124 han ampliado estudios o han realizado Certificados de Profesionalidad, que conllevan la realización de prácticas laborales. Todo ello, supone un 61,03 % de éxito del programa.
PEMCYL ha sido galardonado en dos ocasiones por su innovación metodológica y buenos resultados. En 2018 recibió el Premio CLECE al mejor Proyecto Social y el pasado ejercicio el premio a la Mejor Iniciativa de Innovación Social Pública de la Fundación Fundos.