El contexto de cambio climático y la necesidad de una transición ecológica, están motivando la transformación de diversos sectores, especialmente aquellos más relacionados con la generación y conservación de la energía
El escenario que ofrece la rehabilitación energética de edificios y la iluminación sostenible suponen una importante oportunidad para favorecer la inserción e inclusión de aquellos colectivos con mayor riesgo de vulnerabilidad
El Área de Empleo e Inclusión Social de la Fundación Santa María la Real ha realizado – en el marco de la Alianza para la Transición Energética Inclusiva– varios informes para identificar oportunidades de empleo para colectivos vulnerables dentro de sectores verdes.
En el ‘Informe sobre oportunidades de empleo para colectivos vulnerables en el sector de la Rehabilitación de Edificios en España’ se indica que el sector actualmente se encuentra en fase de expansión y requiere de numerosa mano de obra, tanto entre los perfiles técnicos (con niveles de formación universitarios y/o superiores) como ejecutores (con Formación Profesional, Certificados de Profesionalidad y/o formación no reglada).
Los fondos europeos están propiciando una serie de cambios en la forma de concebir el sector de la construcción bajo criterios más sostenibles. Según el Parlamente Europeo (2018), se espera una importante demanda de reformas encaminadas a la mejora de la eficiencia energética con el objetivo de alcanzar un parque inmobiliario completamente descarbonizado y sostenible para 2050.
Esta transición ofrece importantes oportunidades para impulsar la inclusión laboral de diferentes perfiles, sin largos recorridos académicos, particularmente entre los puestos de ejecución de obra e instalaciones; pero también para incorporar a más mujeres a este sector.
El ‘Informe sobre oportunidades de empleo para colectivos vulnerables en el sector de la Iluminación Sostenible’ constata cómo este sector puede constituir una oportunidad laboral para aquellas personas sin cualificación, con más dificultades de acceso al mercado laboral. Actualmente, existe una alta demanda, sobre todo, de perfiles como instalador de paneles fotovoltaicos y electricistas.
En la actualidad los precios de la energía suponen un reto para los colectivos de ingresos más bajos. Según la Comisión Europea (2019) en los últimos 10 años, familias de bajos ingresos, han aumentado su gasto energético un 50%. Por eso, mejorar la capacidad de los edificios para adaptarse a las personas, mejorando su calidad de vida y acceso a viviendas más saludables ha sido incluido dentro de las recomendaciones de la Unión Europea (2020) junto con una mayor democratización de la energía para aliviar la pobreza energética y proteger a ciudadanos vulnerables.
En España, la estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación (ERESEE) incluye específicamente un Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana, que tiene en cuenta de manera transversal medidas con impactos positivos en colectivos vulnerables como mujeres, personas con discapacidad y personas mayores.
Este momento de expansión del sector de la rehabilitación ofrece la oportunidad de aunar el empleo de colectivos en situación de vulnerabilidad (fortaleciendo las medidas de inserción y actualizando los programas formativos) y facilitar el acceso den las familias con menos ingresos a las subvenciones existentes para las rehabilitaciones energéticas.